We also need the thorns / También necesitamos las espinas (eng-esp)

Hello, friends of Holos & Lotus.

A while ago, I wrote here in the community about one of my life maxims: Do good and don't look at who and about my need to help anyone I can.
However, there are times when we must show that, in addition to roses, we have thorns.

There's a popular saying that goes: A man who is made of sugar is eaten by ants.
There's also another, slightly less formal, somewhat similar saying that goes: A soldier who is offered is a soldier who is burned.

There are many, many good people in the world. This community is proof of that. However, unfortunately, there are many bad people.

But today I won't be referring to bad people, but rather to those who, while I couldn't possibly label them as bad, consciously or unconsciously perform evil deeds toward you.

I consider myself a noble person. In fact, several people have labeled me as such. For this reason, it's not in my nature to cause harm.
That's why it hurts me so much when someone takes advantage of my personality and my kindness.
Although I am noble, that doesn't mean I'm mentally retarded and unaware of bad intentions.
I'm sure you understand, even if I don't give details. Something similar must have happened to several people in the community.

Therefore, even though we are sweet, we must avoid turning into sugar, or we'll be eaten.
That's why, when I show my thorns, many of those who abuse or want to abuse my kindness are surprised. They've even told me they don't understand why I behave this way.

They don't understand that if they harm me, they harm my family, and vice versa. Therefore, we cannot allow these attitudes.

But there is another kind of danger for good people: ourselves. Sometimes we are our own enemies. Sometimes we accommodate people who, for a long time, will take advantage of us.
We must help people who need help. But there are times, as another saying goes: Give a man a fish and he will eat for a day; teach a man to fish and he will eat for a lifetime.

Other people must help themselves.
God helps, but He helps those who help themselves. We are no better than God, so if there are people who don't help themselves, don't waste your energy and resources on them, as they don't deserve it.
Use it on yourself and your family.
It's a harsh and stark truth; it may seem insensitive, but it's still true.
Perhaps, by withdrawing your help (financial or logistical) from the person you want to help, that's when need leads them to rise up and help themselves.

Ricardo Arjona says in one of his songs: Either you learn to love the thorn or don't accept roses.

Unfortunately, we must learn to be strong, uncompromising, and defend our principles, values, and our family. No matter how many roses we have, if we don't show our thorns, they'll destroy us.
Those who know and love us should know how far to go and respect us.

We have to be good, but we must also protect ourselves.
So, show your thorns and you'll know that if you want roses, you must earn them will prick a finger.

---

Versión en español

---

Hola, amigos de Holos & Lotus.

Hace un tiempo escribí aquí en la comunidad sobre el hecho de una de mis máximas para la vida: Haz bien y no mires a quién y de mi necesidad de ayudar a todo aquel que pueda ayudar.
Sin embargo, hay veces en que debemos mostrar que, además de rosas, tenemos espinas.

Hay un dicho popular que dice: al que es de azúcar, se lo comen las hormigas.
También hay otro, un poco menos formal, algo similar que dice: soldado ofrecido, soldado reventado.

En el mundo hay muchas, muchísimas personas buenas. Esta comunidad es una prueba de ello. Sin embargo, lamentablemente, hay muchísimas personas malas.
Pero hoy no me referiré a las personas malas, sino a aquellas que, si bien no podría catalogarlas de malas, realizan, de forma consciente o inconsciente, malas acciones para contigo.

Yo me considero una persona noble. De hecho, varias personas así me han catalogado. Por tal razón, no está en mi naturaleza, hacer daño.
Por eso mismo me duele tanto cuando alguien se aprovecha de mi forma de ser y mi bondad.
Es que, si bien soy noble, eso no quiere decir que sea retrasado mental y no me de cuenta de las malas intenciones.
Estoy seguro que me entienden, aunque no dé detalles. A varios en la comunidad les debe haber sucedido algo similar.

Por eso, aunque seamos dulces, debemos impedir en conbertirnos en azúcar o nos comen.
Por eso, cuando muestro mis espinas, muchos de los que abusan o quieren abusar de mi bondad, se sorprenden. Incluso me han dicho que no entienden el por qué me comporto de esa manera.

No entienden que, si me dañan a mí, dañan a mi familia y viceversa. Por tanto, no podemos permitir estas actitudes.

Pero hay otra clase de peligro para las buenas personas: nosotros mismos. Hay veces que somos nuestros propios enemigos. En ocasiones acomodamos a personas que, durante mucho tiempo, se aprovecharán de nosotros.
Nosotros debemos ayudar a las personas que necesiten ayuda. Pero hay veces, como dice otro dicho: Dale a un hombre un pescado y comerá un día; enséñale a pescar y comerá toda la vida

Las demás prersonas deben ayudarse a sí mismas.
Dios ayuda, pero ayuda a los que se ayudan. Nosotros no somos mejores que Dios, así que, si hay personas que no se ayudan a sí mismas, no malgastes tu energía y recursos en ellos, ya que no lo merecen.
Utilízalo en ti y tu familia.
Es una verdad cruda y dura, posiblemente parezca insensible, pero sigue siendo verdad.
Quizás, al quitarle tu ayuda (financiera o logística) a esa persona que quieres ayudar, es cuando la necesidad lo lleva a levantarse y ayudarse a sí mismo.

Dice Ricardo Arjona en una de sus canciones: O aprendes a querer la espina o no aceptes rosas.

Lamentablemente, debemos aprender a ser fuertes, intransigentes y defender nuestros principios, valores y a nuestra familia.
Por muchas rosas que tengamos, si no mostramos nuestras espinas, acabarán con nosotros.
Los que nos conozcan y quieran, deben saber hasta dónde llegar y respetarnos.

Uno tiene que ser bueno, pero también debemos protegernos.
Así que, muestren sus espinas y sabrán que, si quieren rosas, deben ganárselas o se van a hincar.