A day without laughter is a day wasted / Un día sin risa es un día perdido (eng-esp)

Hello, my friends.

I love to laugh. In fact, I laugh at almost anything, and I can find a reason to laugh in any situation. Actually, that's sometimes gotten me into trouble, but I can't do anything about it.

The bad thing (for many) is that I have a very dark sense of humor, and sometimes it borders on cruelty. I love dark humor. But in general, I prefer intelligent jokes and stand-up comedy that has something profound to say, because, although not everyone believes it, humor is a very serious thing.

I remember reading that the great Charles Chaplin said: A day without laughter is a day wasted. With that in mind, I think that a day without laughter is a day without living.

Laughter makes us happy, friends. What's more, happiness is contagious. It's an immediate and direct experience. When I laugh, I feel an instant change in my mood.

Problems don't disappear, but my attitude towards them changes.

The burden feels lighter. It's a simple and accessible mechanism for generating a moment of genuine joy, without depending on external circumstances.

It's a personal decision to look for the lighter side of things. I don't always succeed, but I always try.

On the other hand, laughter is good for our mental health. Laughter acts like a switch that temporarily disconnects me from the cycle of negative or anxious thoughts.

It's impossible to be laughing out loud and, at the same time, ruminating on a problem. That mental pause is an oasis free of negative situations.

This is fundamental.

It allows me to return to the situation (whatever it may be) with a renewed perspective and with less emotional tension and negativity. It's a stress management tool that I always carry with me.

It's also good for our bodies. I've read about and personally experienced its physical benefits. Laughter is an internal exercise. It improves blood circulation and helps regulate blood pressure. It strengthens the immune system, making the body more resistant to illness.

Laughter is an activity that, without requiring conscious physical effort, activates the diaphragm and massages the internal organs.

One fact I find fascinating is the analgesic effect of laughter. Just five minutes of continuous laughter causes the brain to release endorphins. These substances act as a natural pain reliever, with an effect similar to morphine, alleviating discomfort. Serotonin is also released, which has calming properties. It's not magic; it's pure body chemistry. The body is designed to feel better through laughter.

For all these reasons, I make a point of laughing every day. I don't leave it to chance. I watch a comedy show, read something funny, or recall a funny anecdote.

It's a priority in my routine, as important as any other health measure. Because I'm convinced that Chaplin was right: a day without laughter is a day we've truly lost.

It's a day in which we haven't taken advantage of one of the most powerful resources we have for living better.

Versión en español

Hola, amigas mías.

A mí me encanta reír. De hecho, me río de casi cualquier cosa y en cualquier situación puedo encontrar alguna razón para reírme. De hecho, eso a veces me ha traído problemas, pero no puedo hacer nada para evitarlo.

Lo malo (para muchos) es que tengo un humor muy negro y a veces raya la crueldad. Me encanta el humor negro. Pero en general, prefiero los chistes inteligentes y los stand ups que tengan algo profundo que decir, ya que, aunque no todos lo crean: el humor es algo muy serio.
Recuerdo haber leído que el gran Charles Chaplin decía: Un día sin risa es un día perdido. Yo pienso, teniendo eso en cuenta, que un día sin reír es un día sin vivir.

Reír nos hace felices, amigos. Para colmo, es contagiosa la felicidad. Es una experiencia inmediata y directa. Cuando me río, siento un cambio instantáneo en mi estado de ánimo.
Los problemas no desaparecen, pero mi actitud hacia ellos se modifica.

La carga se siente más ligera. Es un mecanismo simple y accesible para generar un momento de alegría genuina, sin depender de circunstancias externas.
Es una decisión personal de buscar el lado más llevadero de las cosas. No siempre lo consigo, pero siempre trato de hacerlo.

Por otro lado, la risa es buena para nuestra salud mental. La risa actúa como un interruptor que me desconecta temporalmente del ciclo de pensamientos negativos o de ansiedad.
Es imposible estar riendo a carcajadas y, al mismo tiempo, rumiar un problema. Esa pausa mental, un oasis libre de situaciones negativas.
Esto es fundamental.
Me permite regresar luego a la situación (cualquiera que sea) con una perspectiva renovada y con menos tensión emocional y negatividad. Es una herramienta de gestión del estrés que siempre llevo conmigo.

También es buena para nuestro cuerpo. He leído y comprobado en mi propia experiencia sus beneficios físicos. Reír es un ejercicio interno. Mejora la circulación de la sangre y ayuda a regular la presión arterial. Fortalece el sistema inmunológico, haciendo al cuerpo más resistente a las enfermedades.
Reír es una actividad que, sin requerir esfuerzo físico consciente, pone en movimiento el diafragma y masajea los órganos internos.

Un dato que encuentro fascinante es el efecto analgésico de la risa. Solo cinco minutos de risa continua provocan que el cerebro libere endorfinas. Estas sustancias actúan como un analgésico natural, con un efecto similar al de la morfina, aliviando el malestar.
También se libera serotonina, que tiene propiedades calmantes. No es magia, es pura química corporal. El cuerpo está diseñado para sentirse mejor a través de la risa.

Por todo esto, busco reír a propósito cada día. No la dejo al azar. Veo un programa cómico, leo algo gracioso o recuerdo una anécdota divertida.
Es una prioridad en mi rutina, tan importante como cualquier otra medida de salud. Porque estoy convencido de que Chaplin tenía razón: un día sin reír es un día que, en efecto, hemos perdido.
Es un día en el que no hemos aprovechado uno de los recursos más poderosos que tenemos para vivir mejor.